Llevo mucho tiempo con ganas de hacerlos. Nunca me lanzaba. Demasiado respeto. Y tenía razón. Ha sido difícil y engorroso. Pero aquí están. No son los macarons más bonitos del mundo. Pero los he hecho yo, y sorprendentemente ¡están buenos! Os presento a mis pequeños engendros del averno:
Seguí al pie de la letra la receta de Food&Cook, pero algo falló, porque mi masa se quedó más líquida de lo normal y se expandía al formar los macarons. ¡Un desastre desastroso! Yo llena de pringue, colorante, azúcar glas... ¡Y la masa que se expandía! ¡Horror!
Y eso que me ayudé de un juguetito de Lékúe que me trajeron los Reyes. El kit para hacer macarons. Y que fue lo que por fin me animó a lanzarme. Gracias a la bandeja de silicona no se expandieron tanto, pero aún así quedaron más delgados de lo normal. He de decir que al final prescindí de la manga porque acabó siendo un engorro.
Imagen de Lékué.es |
Se me fue la mano con el colorante en gel, pretendía unos tonos más apagados. Los amarillos están rellenos de lemon curd casero. A la masa de los rosas le añadí unas gotas de aroma de frambuesa y están rellenos de mermelada.
El lemon curd lo hice con la Thermomix siguiendo una receta de Gastronomía & Cía, donde también podemos encontrar una receta para elaborarlo por el metodo tradicional. Está buenísimo, riquísimo, delicioso, exquisito, apoteósico... Y el contraste de la crema de limón y su punto ácido con el dulzor de los macarons es sublime.
Lemon curd casero |
No esperaba que me salieron perfectos la primera vez, pero sí que me decepcioné un poco, y me sentí bastante frustrada con su aspecto. No son fáciles. Espero que la próxima vez me salgan un poquito mejor. Creo que probaré con los de chocolate.
¿Os gustan los macarons? ¿Os habéis atrevido a hacerlos?
Gracias por leer y comentar. ^_^